jueves, 20 de abril de 2017

Bodas sostenibles en bici

Hola ciclistas! Hoy quiero hablar de un tema poco habitual, que es el de las bodas. La boda es probablemente una de las celebraciones en las que más dinero se gasta (o incluso podríamos decir se derrocha) en la vida de muchas personas. La gente por lo visto se gasta muchos miles de euros. Hay parejas que no se casan en años para ahorrar el dinero suficiente... Durante toda mi vida cuando oía hablar de bodas, lo normal eran frases como "reserva con dos años de antelación", "cubiertos a 150 euros", "200 invitados", etc. La verdad es que esto siempre me ha impresionado bastante. Y lo peor es que no sólo estamos hablando de recursos económicos, también se despilfarran recursos naturales. Cuando yo me casé, hice algo totalmente diferente: menos de 20 personas, en una junta de distrito municipal, a la que fuimos caminando, casados por un funcionario civil, mínimo gasto en vestuario, fotos hechas por un familiar en un parque, luna de miel en nuestro mismo país... para mi fue un acontecimiento muy emocionante a pesar de estar desprovista bastantes lujos o accesorios. En realidad, sólo éramos necesarios mi pareja, yo, y nuestros más allegados. En aquel momento (2008) nosotros ya estábamos concienciados con la sostenibilidad y la simplicidad, así que todo tuvo bastante sentido.

Esto podría ser tu boda. Imagen vía Pinterest


Últimamente cada vez más y más gente toma conciencia de estos temas en todos los acontecimientos de su vida, e incluso hay parejas que consiguen realizar una boda "tradicional" (con muchos invitados, convite, etc.) pero a la vez bastante sostenible. Para gustos los colores, por supuesto, no soy nadie para decirle a los demás como organizar algo tan personal como un enlace, ya sea civil o religioso... Pero si estás buscando inspiración para una boda más sostenible, ¡quizá te interese leer estos consejos!

- Considera vestir de diario, con algo que te sientas cómodo y elegante. Otra opción es comprar indumentaria un poco especial, pero que te vaya a servir para otras ocasiones (laborales, sociales...) en las que tengas que vestir algo mejor. Ropa que vayas a reutilizar. En mi caso yo compré un vestido blanco y crema de Sita Murt por 120 euros, y mi marido llevó vaqueros y camiseta. Aquel vestido sigue en mi armario y me lo pongo. Otras parejas alquilan la ropa, la compran o la venden de segunda mano, reutilizan ropa de sus padres, les prestan un vestido... hay muchas posibilidades, sin olvidar la de adquirir moda sostenible.

- Los banquetes son innecesarios. Yo no tuve, por ejemplo. Fuimos a tomar algo con los asistentes, y semanas después salimos a cenar con los testigos y sus parejas, una cena de seis, para agradecerles su papel. Si aún así te animas a celebrar banquete o similares, hay muchas opciones para hacerlo más sostenible, como usar un cátering ecológico, servir comida Km0, hacerlo con opciones vegetarianas, disminuir la cantidad de comida haciendo un buffet en lugar de un menú de varios platos... buscad aquello con lo que os sintáis identificados.

- El lugar de celebración suele ser lo más caro cuando quieres casarte en el mismo lugar donde después celebres el convite. A mí esto ni se me pasó por la cabeza, pero si en tu caso te apetece, considera opciones rurales, casas de retiro, fincas de amigos o familiares... y llévate allí a quien os vaya a casar. Así los invitados sólo se mueven una vez.

- Evita en la medida de lo posible el desplazamiento de los invitados con medios contaminantes. Si tu boda es urbana, puedes invitarles a acudir caminando, en bicicleta o transporte público. Si se tienen que desplazar y hay quien no tiene coche, dispón transportes sostenibles en la medida de lo posible: que sea fácil llegar en tren, o pon un autobús para este tipo de invitados (entre los que me incluyo XD).

- Haz una entrada o una salida triunfal de la ceremonia usando una bicicleta tuneada, un tándem, una bici cargo... en la que lleguéis juntos o por separado. Integra la bici en los retratos que os hagáis, pero por favor, sólo si realmente montáis en bici, el postureo queda fatal.

- Envía invitaciones digitales. Haz una web con código, un grupo privado de facebook... lo que se te ocurra.

- Di no a los regalitos para los invitados, no metas objetos no deseados en sus vidas. Si lo haces, que sean útiles: aceite o vino D.O. de la zona donde os caséis, jabones ecológicos, ya te haces una idea.

- Organiza un viaje de novios más ecológico: sin usar avión, sin ir a países en los que haya situaciones sociales o políticas que no apoyes por conciencia, en tren, en autocaravana alquilada, de cámping, de casa rural ecológica (yurtas, casas en árbol respetuosas con el medio ambiente...) y por supuesto, puedes organizar un viaje de novios cicloturista. Con eso ganas puntos :-)

- Ya que te has comprometido con tu pareja, ¡aprovecha para trazar algunos compromisos vitales de futuro en vuestras vidas, para hacerlas más ecológicas!

Si queréis curiosear en mi álbum de pinterest sobre bodas ciclistas...




¿Queréis compartir conmigo vuestras ideas sobre el tema? Me encantaría leer vuestra opinión :-)
¡hasta pronto!


jueves, 6 de abril de 2017

Profesiones en bici: ayer y hoy.

Hola ciclistas! ¿Os imagináis trabajar mientras montáis en bicicleta? ¿Que toda vuestra jornada cotidiana estuviese directamente ligada con el hecho de montar en bicicleta varios kilómetros diarios? Quizá estás ya soñando con salir de tu oficina y pasar el día con el sol sobre tu piel, haciendo ejercicio saludable y siendo feliz. Pero no nos adelantemos! Hoy rendimos homenaje a todas aquellas profesiones que alguna vez se llevaron a cabo sobre dos ruedas. Y es que la bicicleta, ya lo hemos dicho muchas veces, fue toda una revolución para el hombre del siglo XIX, para su movilidad y su concepto de las distancias y del espacio urbano y rural. 

Hay una carta para tí...


La bicicleta permitió a los médicos visitar a más pacientes; acercó las cartas a sus destinatarios; facilitó el reparto de bienes básicos desde las granjas, como leche, huevos o pan; aumentó el número de niños que acudían a la escuela. Muchas profesiones se vieron beneficiadas por el uso del nuevo medio de transporte, mucho más económico que tener un carro tirado por tracción animal o que desplazarse a caballo, por no hablar de los posteriores automóviles. También se beneficiaban los ciudadanos clientes de estos servicios. Y cualquier persona podía hacer uso de su preciada bicicleta para acudir a su trabajo, cualquiera que este fuese.

Sí, cerveza

Las bicicletas también entretuvieron a la gente en espectáculos circenses, en los que equilibristas y acróbatas demostraban sus capacidades físicas para asombro de los presentes. Animaron las competiciones deportivas, el ocio y el tiempo libre de los hombres y las mujeres, desde su invención hasta por supuesto la actualidad.

Las bicicletas permitieron a las fuerzas civiles y militares un rápido desplazamiento e intervención, tanto en paz como en guerra. En este último caso, salvaron muchas vidas de heridos, mejorando su evacuación o el acceso del personal y los suministros médicos. Disminuyeron los tiempos de llegada de los bomberos a los incendios en una época en la que un incendio urbano podía ser una auténtica catástrofe (recordemos el incendio de Boston). Lo mismo para las fuerzas policiales.

Por todo este progreso al servicio de la sociedad, nuestro más sincero homenaje a la bicicleta.

¿Y ahora? Muchas profesiones siguen desarrollándose sobre las dos ruedas, y no sólo la del ciclista profesional esponsorizado: cuerpos policiales de todo el mundo la utilizan. En Madrid, sin ir más lejos, la policía local (alguno de sus ciclistas me ha echado más de un cable) y diversos empleados que vigilan parques y jardines de interés histórico-artístico. Desde aquí felicitamos a las administraciones implicadas con el uso de la bicicleta.

Pero sin duda la profesión actual que mayor visibilidad tiene en nuestras ciudades actuales es la de bicimensajero. Por supuesto hay varios tipos, desde las empresas de mensajería ecológica, al reparto más o menos pautado de alimentos de producción ecológica, pasando por aquellos que reparten comida y otros servicios a domicilio. Estos profesionales realizan a diario un enorme esfuerzo físico, al enfrentarse al tráfico y al asfalto siempre contrarreloj, para que tu envío esté en su destino en el tiempo establecido, o para que tu comida llegue caliente y a la hora. La peligrosidad es alta precisamente en ciertos servicios en los que la prisa y la nocturnidad (o la madrugada, que también), que reduce la visibilidad de estos trabajadores, entran en juego. En ocasiones se les echa en cara ir por la acera, incluso con sus bicis cargo, o llevar a cabo conductas de riesgo a la hora de conducir. Detrás de esto también hay un trasfondo en el que a veces las condiciones laborales no son las más adecuadas: temporalidad, riesgo, presión, sueldo bajo. ¿Lo habías pensado alguna vez al pedir tu sushi un viernes noche?

Por eso desde aquí, también un homenaje a los bicimensajeros, y una petición a las empresas: cuidadlos bien, porque hacen una excelente labor reduciendo emisiones y tiempos de entrega. Se merecen ser valorados.

Esto es todo por esta semana! Hasta pronto!