jueves, 30 de abril de 2015

Al cole en bici, paso a paso (I)

Hola a todos! Con esta entrada comenzamos la serie #enbicialcole fruto de nuestra humilde experiencia, esperando sumar un granito de arena en el uso de la bicicleta, y dirigida a un colectivo muy especial: familias de niños en edad escolar. Esta serie, por tanto, se propone hacer puro activismo pro-ciclista, pensando en ello como inversión de futuro. Y es que cuando empiezas a acariciar la idea de llevar a tu prole al cole o a la guarde en bici, te pasas dias o semanas pensando sobre el tema. Quizá tu pareja no esté de acuerdo, los abuelitos amenazan con desheredarte por poner sus genes en peligro, o no sepas ni por dónde empezar. Te hace ilusión, pero tienes un montón de dudas, llevas mil búsquedas de internet, y no te acabas de lanzar. Te voy a echar una mano con los esenciales, de tí depende pensar en tus circunstancias especiales!

Esto no es nuevo, claro. Imagen vía Pinterest :-)

En primer lugar ¿Cuáles son tus motivaciones para llevar a tu hijo en bicicleta al colegio, o acompañarle en bici? Si no se te ocurre ninguna, desde aquí te damos buenas razones para que te animes de una vez por todas:

- Los niños que hacen ejercicio físico moderado rinden mejor en el colegio a nivel intelectual, están más despiertos y activos.
- Enseñar a tu hijo desde pequeño el valor de la movilidad sostenible y la ecología es invertir en ciudadanía responsable para el mañana. Los niños ciclistas de hoy son los adultos ciclistas del mañana, no lo olvides.
- Los niños que van al cole caminando o en bicicleta, incluso en transporte público, son niños más conscientes de las normas de tráfico y circulación, y aprenden desde pequeños a moverse con mayor autonomía, no sólo a dejarse llevar.
- Ir al colegio de una forma diferente y divertida, que aumenta su autoestima, es la mejor medida para evitar el típico "no quiero ir al cole" de por las mañanas.
- Ir al colegio en bicicleta con tu hijo o tus hijos supone un tiempo de calidad que inviertes en estar con ellos, y ayuda a fortalecer los vínculos y la complicidad.

En segundo lugar, está el tema capacidades familiares. Tendrás que hacerte varias preguntas y responder honestamente. ¿Tus hijos montan bien en bicicleta o te resulta más fácil llevarles aunque sean algo mayores? ¿Qué tal es la infraestructura viaria de camino al cole? ¿Hay sitio para dejar la bici en el cole? Y sobre todo ¿Qué grado de experiencia circulando por tu ciudad en bicicleta tienes tú mismo?

Una vez te hayas decidido, podrás decidir entre varias opciones y variantes:

- Tú vas en tu bicicleta y tu hijo va en la suya, desde casa al colegio. Allí dejas la bicicleta de tu hijo y tu tiras hacia el trabajo o casa con la tuya.
- Tú llevas a tu hijo (o hijos) en tu bicicleta, y cuando les dejas en el cole, tu enfilas hacia tu destino correspondiente.
- Tú vas en bicicleta y llevas a tu hijo pequeño, y uno o más niños mayores van a tu lado en su propia bicicleta
- Tú vas caminando y tu hijo o hijos van en su propia bicicleta por la acera. Esto también es ir al cole en bici, aunque tu no lo hagas :-)
- Increíble pero real: montas al niño (o niños) en tu bici y empujas caminando por la acera muy civilizadamente durante los tramos que crees convenientes.
- Opción igual que la anterior, pero una vez llegas al cole y dejas la bici o bicis infantiles ancladas en su correpondiente aparcabicis (o verja, para que vamos a engañarnos), tú coges tu bicicleta propia (que dejas aparcada allí desde el día anterior) o de alquiler.
- Tu hijo o hijos van en su propia bicicleta por la acera, y tu les acompañas en tu bicicleta, montado o empujando la bicicleta por la acera. Esta opción es más fluída por un carril bici o por la calzada si se dan las condiciones de seguridad apropiadas.

Y no olvides que también está el trayecto desde el cole a casa por la tarde! Tus opciones de mañana deben ser compatibles: por ejemplo, si has dejado las bicicletas de los niños en el colegio y por la tarde tienen escuela de música, tendrás que pensar quién les recoge, si esa persona puede encargarse de esos niños en bici, si hay sitio para atar la bicicleta en ese destino...Como ves las opciones y cosas a tener en cuenta son amplias y puede que esto se te esté haciendo un mundo. No temas!! En los siguientes posts de la serie trataremos y desglosaremos varios temas que poco a poco irán resolviendo tus dudas: tipos de sillitas para llevar a tu peque, cómo llevar en tu bicicleta tooodo lo que necesitas cada mañana, cómo apañarte por las mañanas y cómo y por donde circular, sin olvidar esas acciones comunitarias que puedes llevar a cabo en tu centro escolar y que al final benefician a todos. Por ejemplo, puedes echar un vistazo a la web del proyecto europeo Stars, y mirar si existe en tu ciudad o al menos existen iniciativas similares.

Y para animar un poco más aún, os dejo un enlace a mi tablero de Pinterest Bike Kids, que incluye muchas ideas bonitas para niños en bici y opciones de transporte muy variadas. Seguid atentos a la serie #enbicialcole, que iremos mezclando con otros temas de semana en semana.
Espero que os haya gustado y sobre todo resultado útil :-)
Hasta pronto ciclistas!!

jueves, 23 de abril de 2015

Adelgazar en bici, ¿mito o realidad?

Mucha gente, cuando decide subirse a la bicicleta por primera vez, lo hace por salud, porque le sobran unos kilillos, tiene colesterol y algún anuncio les ha metido miedo, o su médico les ha recomendado hacer ejercicio aeróbico. La verdad es que el ejercicio es buenísimo para la salud, y la bicicleta tiene de positivo que no es ejercicio de alto impacto en las articulaciones como por ejemplo correr, sino que es fluido, como el nadar. De todos es sabido que en el caso masculino, a mayor diámetro abdominal, mayor riesgo de enfermedades cardiacas a partir de cierta edad, por lo que intentar mantenerse en niveles saludables es lo más adecuado. De cualquier forma, otros lo hacen por estética, para verse más delgados, bajar de talla, etc. Creen que matándose a pedalear conseguirá cambiar por arte de magia la forma de su cuerpo, que bajarán dos tallas en pocos meses, que volverán a ponerse aquellos vaqueros de cuando iban al instituto... esas cosas con las que soñamos a veces :-)

Y esto no es nuevo para nada: en los gimnasios hay aparatos que más que bicicletas parecen máquinas de tortura. Las clases de spinning están a rebosar de gente alegremente sudorosa al ritmo de la música y rodeados de espejos. Mucha gente tiene una bicicleta estática sobre la que se tira horas y horas viendo la televisión, haciendo ejercicio. En internet abundan planes para adelgazar en x días gracias a la bicicleta (y haciendote otras mil perrerías). No digo que esto no funcione, de lo que hablo es de adelgazar "yendo en bici", es decir, usándola como medio de transporte más o menos cotidiano.

Pero ¿qué hay de cierto en que yendo en bicicleta se adelgaza? ¿Es un mito?

Yo creo que todo depende de tu consumo calórico y de qué tipo de alimentos seleccionas esa ración calórica diaria. Yo no he contado calorías en mi vida, primero porque me encanta comer, y segundo porque soy de letras. Pero parece bastante claro que si tu consumo está adecuado a tu gasto energético, estarás normal, como tú seas (delgado, del montón, o gordito). Pero si eres muy sedentario, quizá estés comiendo más calorías de las que necesita tu cuerpo al día, especialmente si eliges mal los alimentos (carbohidratos y azúcares refinados, grasas saturadas, etc). Y quizá al cabo de dos o tres años, hayas acumulado unos kilos. Esto le pasa mucho a la gente cuando comienza a trabajar y se pasa el día frente al ordenador. En este caso, si haces algo de ejercicio, pues quemarás esas calorías superfluas. También es posible que hayas tenido hijos y dado el pecho, y la figura te haya cambiado un poco. O que hayas pasado por un momento malo en tu vida y te haya dado por comer para mitigar la ansiedad. En estos casos la bicicleta ayuda porque además de levantarte el ánimo, aumenta tu gasto energético. Mucha gente puede confirmar que ha perdido peso al coger la bicicleta a diario para ir a trabajar. Y esto se suma a otros muchos beneficios (generación de endorfinas, aumento de la resistencia cardiaca, bajar el colesterol... etc.)

Si a esto le añades hacer una dieta ligera, en la que disminuyes un poco el consumo calórico de partida, pues refuerzas el tema del adelgazamiento. Lo ideal no es dejar de comer, sino comer más sano: cambia la bollería industrial por pan casero y la nocilla por frutos secos al natural, consume abundante fruta y verduda en lugar de picotear entre horas, y córtate un poco con las frituras. Si quieres, claro, que comer es un gran placer en esta vida. Todo es cuestión de prioridades. Si además haces otro tipo de ejercicios semanalmente (jugar al fútbol, ir a natación, a yoga o al gimnasio) pues mueves también el resto de grupos musculares, y eso tu cuerpo lo agradece, siendo uno de los resultados esa probable reducción de peso, además de una figura más tonificada. Y otra cosa bastante importante a tener en cuenta, es que es mucho más sano bajar de peso lentamente, poniendo objetivos medidos en meses, y no en semanas o incluso días como hacen algunos. Y siendo realistas para no acabar frustrados y autocastigándonos con atracones poco saludables. Dicen que si logras mantener tu nuevo peso seis meses consecutivos y te sigues cuidando, tu cerebro se adapta a esa nueva medida y ya es dificil volver a recuperarlo.

Pero ojo, que es que a mí hacer ejercicio me abre mucho el apetito (caso real). Yo siempre he sido de buen comer, pero al empezar a montar en bici... madre mía, que saque. En ese caso, por supuesto que no vas a adelgazar!! Igual hasta coges peso. El cuerpo te está pidiendo calorías extra y también "material" para desarrollar la masa muscular esa que no tenías previamente. No te sorprendas si de repente aumenta el diámetro de tus muslos o pantorrillas, o si tu trasero parece más prominente. Estás ejercitando muy fuerte esos grupos musculares, y es normal que se definan y aumenten de tamaño. Y ya sabemos que una cosita es el volumen y otra es el peso, que el músculo pesa más... no hay que volverse demasiado loco con la báscula. Y en esto no hay política de devoluciones: una vez creas masa muscular, abandonar el ejercicio sólo genera más fofez allí donde el músculo desaparece... Que no te vendan cuentos chinos: adelgazar (de manera sana y razonable) no es fácil para casi nadie, y la bicicleta no es la solución-milagro, un equivalente de la dieta de la alcachofa o el tomar pastis de algas de farmacia. De cualquier manera, ya hablaremos de los estereotipos físicos que están comenzando a asociarse a la cultura de la bicicleta urbana, estereotipos que son, como cualquier otro, una tiranía estética a la que no estamos obligados a someternos, ni por maneras de vestir, ni por peso o figura, ni por tipo de bicicleta. Aquí valemos todos :-)

Qué opinais vosotros de este tema? Alguna experiencia adelgazando en bici? Ganando volumen?
Hasta pronto ciclistas!!

jueves, 16 de abril de 2015

B(ellos) en bici: Eduardo es ecomensajero en Madrid

Hola amigos!! Reinauguramos oficialmente el blog con una nueva entrega de B(ellos) en bici, en este caso con un bicimensajero madrileño! Un trabajo muy interesante y que esperemos que suba como la espuma, porque significará ciudades y envíos más sostenibles. Os dejo con el!


Eduardo trabajando en su día a día :-)


"Mi nombre Es Eduardo Pérez, (Dudu) para algunos conocidos ciclistas. Soy ciclista urbano desde hace 4 años, aunque también hago mountain bike y un poco de ciclismo de carretera. Soy bicimensajero desde hace 1 año y medio y utilizo la bici, no solo para trabajar, sino como medio de transporte urbano. Es una gran sustituta del metro y del autobús. Además de ello, soy bloguero ciclista y participo en iniciativas como Bici Cívica y Plataforma por una Red Nacional de Vías Ciclistas. Soy un gran defensor del ciclismo urbano y me desespera bastante ver que cada día hay más bicis en Madrid, pero que pocos usuarios de la bicicleta respetan las normas de circulación."


1- Qué hace falta para ser ecomensajero? ¿Cómo se llega a serlo?


Para ser ecomensajero hace falta lo 1º una bicicleta, lo 2º conocerse un poco la ciudad en la que trabajas, y lo 3º o bien suerte, o bien tener contactos que puedan meterte en una empresa así, aunque también existe la posibilidad de ser mensajero freelance, teniendo tus clientes y trabajando para distintas personas o tiendas sin estar dado de alta como empresa. Normalmente, tampoco como autónomo ya que no se suele ganar lo suficiente para poder pagar las abusivas cuotas.


2- Circulas a diario por la ciudad debido a tu trabajo, ¿crees que Madrid está preparada para que más y más ciudadanos circulen en bicicleta?


La ciudad de Madrid no está preparada aún para la bicicleta. En estos últimos 2 años y medio hemos conseguido mucho, y con la implantación de biciMad bastante más, pero aún falta mucho por hacer: las calles no están adecuadamente asfaltadas, no hay vías ciclistas urbanas específicas para bicicletas (carriles-bici)... y esto es una cosa que creo esencial en toda ciudad. La mayoría de estos carriles bici son aceras-bici en lasque tenemos que pelearnos casi a diario con el peatón. Puesto que la bici es un vehículo, creo que haría falta implantar carriles bici en la calzada. Aunque los nuevos ciclocarriles son un invento que nos saca del apuro, los conductores no saben qué es eso del ciclocarril, y se piensan aún que eso no es para nosotros. Es todo una cuestión de cultura y educación, aún vamos años por detrás de Europa, y de otras ciudades españolas.


2- Suponemos que además de trabajar en bici, vas a trabajar en bici. ¿Llevas la misma ropa o te pones ropa especial para trabajar? En cualquier caso ¿de qué tipo?


Normalmente llevo ropa informal para trabajar: en invierno unos vaqueros, un forro polar y la chaqueta de corta vientos del Lidl, y unas playeras normales y corrientes, vamos el look digamos de todo ciclista urbano; y en verano suelo tirar de pantalón corto o pirata y camiseta corta, no me gusta eso de ir disfrazado con mallas y equipación ciclista, solo utilizo eso cuando salgo a entrenar o salgo en grupo con los compañeros ciclistas de ruta. Por lo general me gusta llevar esa ropa informal y además en mi trabajo es mejor dar una imagen de persona que de ciclista deportivo. Bastante raro nos miran ya cuando ven un mensajero en bicicleta. Es mi manera, digamos, de reivindicar el ciclismo urbano.


3- ¿Qué opinas de los seguros para ciclistas, en el caso de particulares que circulen por la ciudad?


He pedido información un par de veces y siempre me ha llegado una información bastante confusa y corta: sobre todo precios, no me han explicado gran cosa. Sinceramente no sé hasta qué punto puede ayudar esto de los seguros, lo veo de momento una manera de sacar el dinero a los ciclistas, aunque seguro que tendrá sus cosas buenas, se de casos que en robo de bicis, el seguro le ha cubierto la pérdida, pero no sabría darte una opinión sobre este tema.


4- Y por último, ¿qué opinas de las bicicletas eléctricas? (tanto para tu trabajo como destinadas al transporte cotidiano)


La bicicleta eléctrica como medio de transporte es el futuro: son cómodas, te permiten hacer bastantes kilómetros sin sudar en exceso, y se adecuan a todo tipo de personas. Creo que puede incentivar el uso de la bici en las ciudades, sobre todo en ciudades como Madrid con tantas cuestas, donde la ayuda eléctrica es más que necesaria si no se tiene un poco de forma. El precio es todavía un poco excesivo, pero si se ponen de moda, bajan el precio y la tecnología se desarrolla bien, creo que veremos bastantes en un futuro próximo. Creo que puede ser un gran sustituto del coche.


Muchas gracias Eduardo, yo estoy de acuerdo contigo en casi todo lo que dices!!
Espero que os haya gustado la opinión de este profesional de la bicicleta urbana.

Hasta pronto ciclistas!!

jueves, 9 de abril de 2015

El regreso a la bicicleta, el regreso a la vida!


Hola a todos! Hace ya unos días que terminó mi gran reto de las oposiciones, con resultados favorables he de decir :-) Han sido unos meses muy duros psicológicamente hablando, básicamente, se trata de obligarte a ti mismo a renunciar a muchísimas cosas y a realizar un sacrificio que va más allá de lo que habías imaginado en un principio. Pero es que opositar siendo madre, esposa y trabajadora se las trae, eso sí era nuevo. Incluso después de aprobar, al cerebro le cuesta entender que ha vuelto a la vida cotidiana, que ya podemos leer, vaguear, cocinar durante horas, acostarnos y levantarnos tarde, que no debemos sentirnos culpables por mirar las pelusas del texto diez minutos (es decir, por no hacer NADA) y que la vida es de nuevo maravillosa y llena de oportunidades para disfrutarla.

Y pensaréis... ¿qué ha pasado con la bici todos estos meses? Pues al principio me venía genial para desplazarme y contrarrestar el sobreesfuerzo mental. Pero allá por septiembre, cuando le di un descansito a este blog y comenzó lo fuerte, mis hábitos cotidianos empezaron a cambiar. Durante todo el otoño me cogí varias semanas salteadas de días sin sueldo y días de vacaciones acumulados a base de apretarme el cinturón de las vacaciones todo el año. Se trataba de estudiar como una condenada, literalmente. Había que llevar al niño al cole y después ir a la biblioteca, y no me apetecía dejar mi bici aparcada tantas horas "en el exterior", algo a lo que no estoy muy acostumbrada. Así que empezamos a ir al colegio en autobús todas las mañanas, y después me bajaba a casa andando para charlas con algunos papás y mamás del cole, mi momento diario de "hablar con otros adultos y no volverte demasiado loca si puede ser". Cuando tocaba semana de ir a trabajar, pues volvía a coger la bicicleta :-)

En diciembre, ya por fin nos pusieron fecha al primer examen, para enero. Ahí ya gasté todas mis vacaciones restantes y me pasé mes y medio a lo bruto non-stop. Mi hijo no tenía cole en navidades casi tres semanas, así que iba de casa a la biblio, a mediodía comía con la familia y al ratito me volvía a la biblio a seguir estudiando. Y así siete dias a la semana... Todo un poco deprimente, pero era necesario el esfuerzo. Estas cosas, o las haces a tope, o no las haces. A veces, sobre todo el fin de semana, me iba en la bici en su modo "descafeinado": sin batería, y sin cesta delantera para evitar tentaciones a los cacos. Tenía fichada una zonita de asientos en las salas de estudio-lectura de la biblioteca desde las cuales veía el poste donde candaba la bici. No quería quitarle el ojo de encima!!! La cogía siempre que podía, y también intentaba darme una vuelta con el niño de vez en cuando, por el Retiro.

De enero a mediados de marzo los cuatro exámenes y sus correspondientes lecturas públicas se fueron sucediendo rápidamente, y afortunadamente fui superando cada prueba. Desafortunadamente, con el tiempo tuve que buscar bibliotecas alternativas porque los exámenes del MIR saturaron la biblio del Retiro y me quedaba sin sitio!! Me convertí en experta en buscar bibliotecas y pasar allí e día. Ahí me tiré todo el tiempo en autobús y caminando, no tenía sitios seguros donde dejar mi bicicleta, no quería añadirme un punto más de nervios o preocupación. Comencé a forzar tanto la máquina que de repente empecé a caer enferma, con una mezcla de bajada de defensas, agotamiento, tensión nerviosa, etc. La cosa es que fueron cuatro antibióticos sucesivos y estar hecha un auténtico full precisamente mientras hacía los exámenes. Y el día que supe las notas del último examen, el bajón definitivo de defensas y la banderilla final: una inyección de penicilina, y 72 horas de reposo porque aunque ya había terminado todo lo malo, mi cerebro y mi estrés y tensión acumulada aún iban a mil por hora. Ni siquiera estaba contenta por haber aprobado, ni sensación de triunfo, ni euforia, ni nada. Sólo quería hacerme un ovillo y dormir mil horas seguidas.

Poco a poco, me he ido encontrando mejor, más fuerte y contenta. Me han hinchado a vitaminas y sobre todo a reposar y a calmar la mente. Finalmente he sido consciente de que la pesadilla ha terminado, y que todo vuelve a empezar. Esta semana pasada volví a coger la bici para ir a trabajar, aprovechando que en semana santa el tráfico es suave. El primer día que la cogimos (mi hijo y yo, al cole por la mañana antes de tomar rumbo al curro), yo estaba tan empanada que no me di cuenta de que la presión de las ruedas era un desastre. Y con dos en la bici, peor. Afortunadamente y sin pasar ni pizca de vergüenza pedimos ayuda a un simpático ciclista que estaba candando su bici, y super amable, nos echo una mano. Si por casualidad lees estas líneas, mil gracias :-))) Mi hijo flipó con la aventura, jajaja, al llegar al campamento de semana santa de su cole, se lo contó a tooooodo el mundo.

La sensación al volver a coger la bicicleta fue de una indescriptible felicidad, de pequeña y acumulativa inyección de endorfinas y autoestima. Esta semana me encuentro mucho mejor, con ganas de hacer cosas nuevas, apuntarme a yoga, cocinar, leer cosas chulas, ordenar la casa por todas partes, disfrutar de mi familia y amigos, de que vuelva a lucir el sol en todos los sentidos. Los meses que hay por delante serán de mucha sorpresas, ya que esto de la oposición ahora tiene muchos pasitos (cursito, prácticas, posibilidad de nuevo destino/museo...) quién sabe qué experiencias me esperan este año. Pero al menos el sufrimiento gordo ha terminado, y se que ha merecido la pena el esfuerzo. Y mi bicicleta ha sido un apoyo, lo se. A partir de ahora, el blog vuelve a la vida cada jueves!!!

Perdonad el rollo que he soltado, pero después de tantos meses de ausencia, quizá querías saber qué había pasado, el motivo y trasfondo vital del parón en el blog, y sobre todo, yo tenía la necesidad de contarlo y darle carpetazo!! :-)) Y también de dar las gracias a todos los que me han ayudado, apoyado o animado en algún momento. Esto no se puede hacer solo.


Nos vemos por estos lares, hasta pronto ciclistas!! :-))