jueves, 17 de julio de 2014

Calzado ciclista, colección verano: sandalias!

Ya tocaba un nuevo post sobre zapatos, tras presentaros el calzado con el que monto en bici en invierno y en entretiempo, tenían que salir las veraniegas sandalias a la palestra. Tuve la tentación de hacer las fotos con mis pies, pero me pareció muy obsceno (os sorprenderiais), así que al final las sandalias salen vacías, lo que las desluce un poco, pero bueno, es suficiente para hacerse una idea. Como veis, nada de chanclas, y todas ellas con pulsera, normalmente con hebilla, unas con velcro. Lo considero imprescindible para evitar accidentes mientras pedaleas. No me veo pedaleando con poca sujección en el calzado, la verdad. Suelo evitar las tiras que van al pulgar, a no ser que haya otras sujecciones implicadas, porque si no, me duele el pie de forzar la postura de los dedos para evitar que se caigan. Y prefiero la piel natural, salvo excepciones.




Aquí unas comodísimas Pikolinos, con suela de corcho y caucho y resto de piel natural, en marrón, blanco y celeste. La pulsera ajusta con velcro al tobillo. Son mis sandalias más recientes, y con la bici responden perfectamente.




Unas Clarks que ya no recuerdo ni cuándo compré, llevan su trote pero aún responden. Son totalmente ajustables y tienen zonas elásticas en las tiras. Además tienen el punto justo entre anchura cómoda y femineidad. Mi elección siempre que voy de vacaciones, su color neutro pega con todo.




Camper de piel en azul y negro. Comodísimas y sexis, ideales para looks navy, informales o elegantes. No se que tienen pero estilizan mucho, me encantan pero son demasiado delicadas, ya tienen algún desperfecto.




Las más lady-like, sin duda. Son de plástico imitando ante, bicolores y con ruidoso (y minúsculo, como es habitual en mí) tacón. Las compré por internet y son de Azzura. Lucen mucho en el trabajo y son comodísimas con su doble pulsera cruzada ajustable.




Estas Strover son muy monas pero me son incómodas para caminar debido a su suela demasiado fina que no amortigua nada. La bici las transforma en accesibles sobre pedales e ideales para la oficina, aunque no las frecuento demasiado es la verdad.




Sandalias sin marca, de cuero, compradas en zapatería artesanal en Florencia. Tengo que hidratarlas porque chirrían un poco. Son muy cómodas, también sobre pedales. Y son preciosas!

Tengo más, en concreto unas menorquinas, con las que no me atrevo a pedalear por la gran ciudad, por miedo a que un pie se me descalce, y unas Birkenstock azules, unas alemanas de hebillas de toda la vida, que serían cómodas (aunque algo anchas) para la bici pero que nunca me he puesto para ir a trabajar, las veo muy vacacionales.

Como veis, el tema esencial es la seguridad: es mejor no usar un calzado ligero que os pueda suponer un problema o incluso un accidente. Es más peligroso pedalear con unas chanclas o flip-flops que con unos botines de tacón. Por supuesto, en verano podemos usar deportivas ligeras y cerradas, tipo Benssimon o Victoria, para todo el dia o como calzado específico para la bici. Y por favor, libertad total para los calcetines, con zapatillas y con sandalias, que por la mañana temprano y al coger velocidad los pies se quedan helados. No te cortes! En Centroeuropa y en Asia es de lo más normal!

Y vosotros, qué calzado usais para pedalear en verano?
Espero que el mío os haya gustado! Hasta pronto ciclistas!

1 comentario:

  1. Tengo más, en concreto unas menorquinas, con las que no me atrevo a pedalear por la gran ciudad, por miedo a que un pie se me descalce,
    guiaesceptica.org/biografia-de-caesar-wu/

    ResponderEliminar