domingo, 27 de abril de 2014

DIY soporte de pared para tu amada bicicleta

Hace unas semanas hablábamos de guardar la bici, y una opción bastante habitual es dejarla en casa. Pero hacer que tu bici luzca y forme parte de la decoración es otro cantar. Hay muchas (y caras) opciones en el mercado, dependiendo de si prefieres primar la discrección y el ahorro de espacio, o si prefieres que tu bici sea la reina de la estancia. Yo quería enseñaros cómo montaros algo bonito, y le pedí a @Trisquel un encarguito. Le di varias ideas de colgador de pared como punto de partida, y ella me sorprendió (no esperaba menos) con este picasiano soporte, muy ready made, object trouvé, muy fardón y muy bicicletero, vaya. Para mí es doblemente bonito por reutilizar y reciclar. ¡La verdad es que les ha quedado el salón imponente!

Que hace una chica como tú en un sitio como este...


@Trisquel es además de biciclista maja una chica apañadísima en varios aspectos,  que disfruta mucho con el bricolaje. Para este proyecto ha usado materiales reciclados propios (su viejo sillín, barra de ducha, tablero sobrante de un escritorio...) y otros cortesía de los chicos de @masqueparches. Este tipo de anclajes sirve para "flacas" ya que la madera y los tornillos tienen una resistencia menor que una madera compacta de esas de los colgadores que venden por ahí en forma de caja o como una estantería. A partir de aquí, al habla @Trisquel, vale?

Materiales:

- 1 madera resistente cortada con la forma que quieras reciclada
- 1 potencia de bicicleta reciclada (cortesía de masqueparches)
- 1 barra de hierro, yo la saque de una barra vieja de un aspirador
- 1 sillín de bici (el antiguo sillín de mi Marilyn) :)
- 1 paquete de fijaciones de tuberías (en cualquier ferretería) son de metal de esas que se usan para fijar tubos a las paredes en forma de u y ancladas con tornillos. precio aprox. 5€
- 1 manillar de bici (es importante que el manillar sea de tipo carreras o curvado, ya que la bici va colgada de esa parte)
- 1 bote de pegamento cola de fijación fuerte tipo patex no mas clavos unos 9€
- 1 formón, de los de carpintería de toda la vida para vaciar el hueco de la madera.
1 taladro y brocas para pared, madera y metal 4 tacos y clavos especiales para resistir peso y en mi caso para paredes de pladur, que son distintos por que al enrrollarlos se encojen los tacos en forma de estrella para hacer mas presión en la pared y por tanto mayor resistencia. 4€

Agujereando...
Instrucciones!

Cortamos la madera en la forma deseada, también podemos comprar alguna de esas que se usan como peanas o soportes en ferretería para poner cabezas de bichos y esas cosas. Con la ayuda del formón hacemos el hueco donde irá encajada la potencia de bici usada, debe ser un hueco profundo pero lo justo de ancho para que la potencia no baile mucho. Metemos el tubo de metal por el hueco de la potencia y lo fijamos con tornillos a la madera (los agujeros los hacemos con el destornillador y broca para metal) encajando esa parte de la potencia con el tubo en el hueco de la madera. Rellenamos los huecos con el pegamento especial y dejamos secar el tiempo que necesitemos o que nos indique el pegamento.

Una vez seco cogemos el sillín y el manillar (este va metido en el hueco que tiene la potencia de bicicleta para esa función) y los fijamos a la potencia con los anclajes para tuberías, la mayoría de sillines tienen unos huecos de metal que sirven para anclarlos en la bici. El efecto que crea este montaje es como una cabeza con cuernos hacia afuera como los carneros, que será donde vaya colgada nuestra bici.

Una vez enganchemos todas las piezas volvemos a coger los anclajes de tubería con forma de u y reforzamos en las zonas que creamos conveniente el tubo que va metido en la potencia. Colgamos nuestra cabeza de carnero en la pared con tornillos adecuados para ese peso, (unos 20 kg) y colgamos nuestra flaca.

Vista inferior del sillín y el manillar unidos


Y el conjunto terminado

Espero que os haya gustado y os animéis con esta u otra idea para vuestra bici, será toda una satisfacción ¡ya veréis! Guardar tu bici satisfactoriamente y fardar de ella y de tus habilidades, ¡todo en uno!
Hasta pronto ciclistas!

lunes, 21 de abril de 2014

B(ellos) en bici: Javier va al trabajo y al colegio

Siguiendo con la sección masculina de ciclistas reales y cotidianos, después de Alberto Morencos tenemos a Javier (), y estoy encantada con su aportación. Es un buen ejemplo de padre que va a trabajar en bici y por la tarde va de la misma manera a recoger a su hija del cole, incluso la lleva así a las extraescolares. Y además, le sirve para ir a trabajar. Y todo esto, en el norte de España, donde a priori podrías pensar que la meteorología no acompaña. ¿Queréis conocerle? Os dejo con el.


Todo ok!


"Me llamo Javier, tengo 39 años, asturiano, de Pola de Allande, aunque residente en Oviedo desde hace 18 años.

Trabajo como Técnico Conductor de ambulancia desde hace 14 años. Soy antideporte de nacimiento, reconvertido cuando nació mi hija. Dejé de fumar y empecé a cuidarme, rescaté una vieja bicicleta que tenia de un antiguo regalo, marca Vivanco. La pinté, puse guardabarros (caseros), timbre, ruedas de tacos para invierno y lisas para verano, compre sillita bebe de segunda mano y luces (las odio, son antiesteticas) dos delante y dos detras, muy importante que te vean.

Tengo otras dos bicis, carretera y btt. Practico siempre que puedo, imaginad el trastero."



1- Vas al trabajo y al cole en bici, ¿cómo lo hacéis, cuál es vuestra rutina y en qué bici/s?


A las 07:15 cojo el ascensor con todo el kit (de invierno) en 7 min estoy en el trabajo, a las 15:30 salgo de trabajar, me cambio y voy al cole a por mi hija... es de los mejores momentos del dia. Le llevo su casco en su sillita, se lo pongo y en el trayecto me va contado sus cosas, me empuja para ayudarme en las salidas de los semáforos y me imita cuando hago señales de cambio de carril.


2- ¿Cuantos km diarios haces en bici y por qué tipo de vías? (acera-bici, carril-bici, ciclocarril, calzada urbana, carretera, etc)

Bueno, calzada urbana, extraradio y poligono industrial. Con muchas rotondas, las cuales me parecen muy peligosas, aún cuando tengo preferencia, voy muy atento debido a varios sustos.

El trayecto con mi hija es todo urbano, en total hago algo más de 8 kilometros. Si por la tarde también la llevo a inglés o natación, el doble.


3- Cuando vas a trabajar en bici, ¿cómo sueles ir vestido y pertrechado? (tipo de ropa, chaleco o no, casco o no, reflectantes...

Ahora en invierno-primavera pantalon Ternua, que si no llueve mucho me vale, si no detras del sillín llevo uno de chubasquero. Por arriba térmica, polar (una North Face), chaleco y si llueve chubasquero también, guantes, gorro y encima lo más importante... CASCO. En el portabotellas llevo un paraguas de los plegables, para cuando llueve mucho ir caminando con mi hija, por seguridad.


4- ¿Qué facilidades tienes en tu lugar de trabajo para llegar en bici? (duchas, taquillas, párking, contar tema uniforme, etc...)

La bici la aparco en la misma nave donde guardamos las Ambulancias (en cualquier hueco), donde de vez en cuando le doy un baño con la pistola de agua.

Por suerte tengo vestuario, con duchas, taquillas etc, donde tengo los uniformes (obligatorios y de alta visibilidad) y debido a la práctica, me cambio en 3 min.


5- Vives en una zona con bastante frío y lluvia, pero vas a trabajar en bici todo el año. ¿Qué consejo y mensaje quieres mandar a los que no acaban de lanzarse a coger la bici?

Yo tardé en coger este hábito, y puede que resulte engorroso en invierno ponerte tantas prendas, pero la cara de mi hija cuando la voy a buscar al cole...

Luego el aparcamiento, el ahorro de vehiculo, la salud....

Claro que hacer todo esto en coche es muy cómodo, pero esos momentos de bici son muy especiales; sol, lluvia, hielo, nieve etc... me da igual. A las 07;15  de la mañana en bici al curro, parecemos locos, pero alguna vez que voy en coche y los veo me dan mucha envidia.

Su hija debe ser feliz al salir del cole! A mi me ha encantado este testimonio, espero que con el se animen más papás! Muchas gracias Javier!
Hasta pronto!

jueves, 17 de abril de 2014

Os presento a Voltia, mi pequeña e-bike

Hace unas semanas os comentaba que las bicicletas eléctricas no son de nenas. Que cualquiera puede tener una y estar muy orgulloso de ser un ciclista urbano, ni más ni menos que los otros. Las bicicletas eléctricas consumen poco y ayudan a que más gente vaya en bici por tu ciudad, por lo que gracias a ellas el objetivo "masa crítica" está un poco más cerca. Hoy quiero presentaros a mi bicicleta eléctrica, con la que pedaleo por Madrid, hacia la guardería, al trabajo, y vuelta. Durante la locura #mibicisellama que lanzó @BiciYjazz, @amorencos la bautizó como Voltia, porque es eléctrica y sirve para dar voltios, en sus propias palabras. El nombre me encantó, así que se ha quedado con él. Algunos ya la conocen, algunos la habrán visto en ruta, pero no saben lo que he tenido que modificarla y customizarla para que se adaptase a mis necesidades. Os lo voy a contar un poco.

Esta es mi Voltia. ¿No es una monada?

Voltia es una Kettler twin confort eléctrica talla XS, con batería de ion-litio de 36v y 10amp y motor Panasonic integrado en el pedalier. Compré un modelo de pruebas de 2012, para ahorrarme un dinerillo. Es negra pero coincide que los accesorios (candado, silla portabebés) son negros y rojos, así que ha quedado bastante molona. Tiene cierres de seguridad en las ruedas, hinchador integrado y amortiguadores delanteros, además de luz delantera blanca intermitente y trasera roja. Pesa unos 23 kg y es una bicicleta pensada para pedalear erguido. La pata de cabra es muy robusta y venía con portaobjetos trasero integrado de manera muy convincente en cuanto a peso y estabilidad.

Lo primero que tuve que cambiar fue el sillín: no me llegaban los pies al suelo. El sillín de esta bici tiene unos amortiguadores brutales (por cierto, si después llevas a tu hijo detrás, tienes que poner unas fundas que recubran los muelles para que no se pille los deditos). Pero yo con el sillín original no tocaba el suelo. Al frenar para bajar, tenía que dar un saltito y tirarme, o inclinarme hacia un lado con todo el equipo y apoyar un pie. Esto no es problema si vas tú solo, pero si llevas un bebé detrás, resulta muy brusco, y desde mi punto de vista, pelín peligroso si no eres muy experto. Yo no quería arriesgarme, así que me cambiaron el sillín por uno muy cómodo y muy acolchado, pero que permitía ser bajado mucho más, para que yo llegase al suelo de puntillas estando sentada. Aunque mido 1,63 cm, mis piernas no son de top-model ¡que le voy a hacer! Con este sillín voy perfecta.

Además, hubo que cambiar el manillar, porque el original medía 75 cm de anchura, y yo sospechaba que me dificultaría bastante meter la bici en mi trabajo, en mi casa, salir con el crío ya montado por el portal... así que me pusieron un manillar infantil, sí, en serio. Creo que era de talla XS o XXS, y ponía claramente que era para niños. Por mi no hay problema, ahora mi bici es mucho menos ancha, creo que se quedó en 45-50 cm de anchura de manillar. Ahora es mucho más fácil maniobrar con ella en salida y destino, y tampoco hay que despreciar que estoy más tranquila también cuando me cruzo con otra bici en un carril-bici de doble dirección, en los que no sobra el espacio. De nuevo todo un acierto. Es muy pequeño, pero cabe todo: las empuñaduras de la Kettler con sus frenos, timbre, y display, y el soporte para cesta metálica: me pusieron una que había devuelto una chica. Esta cesta que tengo es muy básica pero cumple su función, ya veré si la cambio por otra en un futuro (por ejemplo, no me cabe una carpeta A4). Cuando llego al curro, como queda guardada en un interior, uso la cesta para dejar mi casco.

Lo último que hubo que hacer fue acoplar la silla del niño. Yo ya tenía una silla portabebés, que usaba en mi bici anterior, una Trek. Pues resulta que esta silla no se adaptaba a la parrilla trasera que llevaba la bici. Pero no me apetecía comprarme otra silla, la que tenía estaba nueva. Así que en la tienda decidieron ponerme una parrilla más grande atornillada sobre la original, quitando previamente la pinza portaobjetos, y pintarla de negro para que no desentonara. Así todo genial, además queda una especie de asa trasera que me resulta muy útil para maniobrar al guardar la bici, y que es perfecta, por ejemplo, para ponerte alguna luz extra. La silla que llevo aguanta hasta los 22 kg, así que me durará bastante, porque el peque ahora pesa 15. Después pondré otra de mayores para llevarle de paquete. La silla me sirve también para transportar y guardar su casco en destino: cuando le dejo en la guarde pongo el caso en su silla, boca arriba, y paso el cinturón por sus cinchas, queda totalmente asegurado.

Esta es una bici perfecta para mí, cubre todas mis necesidades y se adapta a mis capacidades, morfología y ritmo de vida. Estoy contentísima con ella. Y tú, ¿has encontrado tu bicicleta ideal?
Hasta pronto!

miércoles, 9 de abril de 2014

Sudar en la bici no es un problema

Si la semana pasada hablábamos de que el tema de dónde guardar la bici era una de las grandes dudas que impedían a la gente lanzarse a circular en bicicleta por su ciudad, obviamente no podemos olvidarnos del problemilla del sudor. A mucha gente le dan escalofríos sólo de pensar en llegar al trabajo con la frente húmeda, con cercos de humedad bajo los brazos o lo que es peor, oliendo mal. Me gustaría daros algunas ideas para que no cunda el pánico. La primera de todas es que hay que aceptar que el sudor es un mecanismo natural del cuerpo humano, un sistema termoregulador que se activa para refrescar el cuerpo y la piel cuando hacemos un esfuerzo físico. Cuando las bacterias presentes en nuestra piel descomponen las cosas ricas que hemos segregado en nuestro sudor, como las sales minerales, pues aparece el mal olor. Hasta aquí todo normal, ¿verdad? El sudor no muerde, sólo mancha la ropa, nos puede correr el maquillaje, mojar un poco el pelo y hacernos un poco apestosos. Pero existe una cosa, no se si compartirla con vosotros... llamada desodorante. No, en serio, existe.

Imagen hola.com
Como muchos sabréis, hay diferentes tipos de desodorante: los que sólo quitan o previenen el mal olor, y los denominados antitranspirantes, que además impiden la sudoración. Yo como soy un poco naturótica, hace tiempo que dejé de usar antitranspirantes químicos, basados en el clorhidrato de aluminio, porque se dice y se comenta que no son muy sanos. Tampoco uso desodorantes (ni pasta de dientes) con triclosán, un antibacteriano, porque no me hace mucha gracia el tema. Hay desodorantes que funcionan muy bien, a base de alumbre, talco, perlite, y plantas como la salvia, el árbol de te, los cítricos... Lo que no hacen mucho es quitar la humedad. Así que esto es una decisión personal: el antitranspirante funciona fenomenal, a más químicos, menos sudor. Una cosita: si no sudas por las axilas porque llevas un potente antitranspirante, el cuerpo va a hacer su trabajo igual, así que probablemente empieces a chorrear por la espalda, la nuca, o el pecho. Sentir la gotita de sudor bajar por el canalillo mientras pedaleas es toda una experiencia, ya verás.

Yo, que soy una persona que suda bastante y que además tengo la capacidad de apestar como un orco de Mordor si me descuido (soy muy mujer, qué pasa), os puedo decir que puedo ir en bicicleta al trabajo, usando desodorantes amistosos, yendo mona, sin cambiarme de ropa al llegar, y vivir en sociedad sin escandalizar a mis compañeros de trabajo. También es verdad que uso una bici eléctrica para poner la asistencia si me agobio, que en los meses de más calor la genética me obliga a usar desodorantes más potentes, y que soy CycleCasual, pero aquí cada uno tiene que valorar su nivel de sudoración-apestosidad, su capacidad física, el desnivel a afrontar en nuestra ruta y la prisa que se quiere dar. La vuelta a casa es otro cantar: la cuesta arriba, mi natural friolero y el hecho de que no me guste nada que me de el sol, lo que me hace ir tapada en plan Yoko Ono o Diane Keaton, provocan mucha más sudoración, la segunda del día por cierto. Así que yo ahora me ducho nada más llegar a casa por la tarde, en vez de por la mañana. Esto se adapta muy bien también a mi faceta madre.

Vale, todo esto está muy bien, pero no he dado ningún consejo para principiantes. Allá van:

- Higiene y cambio de ropoa diarios. Yo lo digo por si acaso.
- Las axilas peludas puden oler peor.
- No tengas miedo a sudar un poco, que somos personas, no robots.
- Busca un recorrido tranquilo y sin muchas pendientes, en la medida de los posible.
- Tómate el recorrido con tranquilidad, especialmente si no tienes mucho fondo físico.
- No te abrigues en exceso la parte del tronco, ni lleves mochila. 
- Tú decides qué tipo de desodorante usar, tú eres quien mejor conoce tu cuerpo. Algunas personas son inodoras y secas, otras no, ejem. No descartes una pasadita de toallita limpiadora o de desodorante al llegar al trabajo. Atención, también existen toallitas desodorantes!
- Si al llegar al curro estás un poco mojado, tú decides: ¿quieres tener que cambiarte al llegar, cada día? ¿Usas uniforme en tu curro y entonces aquí no pasa nada? ¿Tienes duchas y taquillas? En caso negativo y si además tu recorrido ha sido más bien light, sécate con un secador (también válido para cabello) y refréscate con un spray cítrico, y andando.
- Si no te vas a cambiar de ropa, ¿cuáles son las mejores opciones? Pues yo apuesto por camiseta de punto de algodón o camisa de algodón con jersey o chaqueta de lana o acrílica en invierno, y luego vas quitando capas según avanza el año y va haciendo calor. Los vestidos combinados con bolero o chaqueta corta son estupendos para ocultar un poco de humedad bajo los brazos, hasta que esta se seque. Más ideas para hombres aquí.
- Si eres como yo, acepta que lavarás tus chaquetas, gabardinas y abrigos mucho más que antes. A mí me parece bien esta opción frente a usar desodorantes venenosos, pero cada uno tiene sus prioridades, oye.
- ¿Te ha sudado un pelín la cara y vas maquillada? Unos retoquitos de polvos sueltos o de crema con acabado polvo, o unos papelillos absorbentes sobre el cutis, y listo. Da gracias por el colorete natural, estarás guapísima.

Pues nada, hasta aquí mis consejillos para luchar contra el sudor (o convivir con el, depende) mientras vas en bicicleta! Espero que alguna idea os haya sido de utilidad. Al final es una cuestión de actitud: querer es poder.
Hasta pronto!

lunes, 7 de abril de 2014

No más bicis tristes: recupera tu bici

Quizá te has dado cuenta de que en tu ciudad cada vez se ven más bicicletas. El movimiento es imparable y probablemente estamos cerca de un nuevo escenario de movilidad urbana. ¡O al menos eso es lo que pretendemos! Las autoridades inician campañas de sensibilización por la convivencia coche-ciclista-peatón, y las ciudades estrenan servicios de bicicleta pública. Lo gracioso es que muchísima gente tiene una bicicleta sin usar, o varias. Esas que se compraron para "ir al parque a hacer algo de deporte". Las de "algún día hacemos una excursión". E incluso la de "tengo que cuidar mi colesterol y mi corazón". Estas bicicletas están tristes: abandonadas en terrazas, trasteros y garajes. Cubiertas de polvo, mojándose, oxidándose, ofrecen un espectáculo desolador. Y estas no son las peores: en las segundas residencias, en las casas del pueblo a las que apenas vamos... ahí hay bicis que llevan 15, 20, 30 años sin ser usadas. Yo misma sospecho que hay una bici olvidada en la leñera de nuestra casa del pueblo.

Visto en Madrid :-( Gracias a @elencita_ por la foto y la inspiración para este post!

¿Has pensado que ese hierro que tu crees sin valor puede ser la bicicleta de paseo ideal con la que llevar a tus peques a la guarde o al colegio? ¿Te das cuenta de que la antigua bicicleta con la que entrenaba tu tío es una clásica que dejaría babeando a todos los del taller de bicis de tu barrio? ¿Que esa chopper de los ochenta sería la envidia de cualquier moderno, y te resultaría ideal para ir a trabajar en bici?

Es el momento de rescatar todas las bicis. Si no las vas a usar, regálalas o dónalas, o incluso véndelas. Seguro que alguien está dispuesto a usarlas para lo que se fabricaron: montar, rodar, disfrutar, desplazarse y viajar. En el tercer mundo la bicicleta acerca el agua a las casas, la gente al mercado y los niños al colegio, y hace que la gasolina sea menos necesaria. En nuestra sociedad, tiene el potencial de mejorar nuestro medio ambiente y nuestras ciudades y hacernos más felices y saludables. Una bici es una máquina demasiado noble, útil y hermosa como para estar abandonada. Vuelve a usar tu bici, restáurala, adáptala a tus necesidades. Intenta que tus familiares y amigos hagan lo mismo.

Así que ya sabes, iniciemos una campaña en nuestras ciudades:
#Nomasbicistristes #Recuperatubici
Llenemos nuestra ciudad de bicicletas :-)
¿Os apuntáis?

miércoles, 2 de abril de 2014

¿Dónde guardar tu bici en la ciudad?

Creo que una de las cosas que impiden que la gente se lance a usar su bicicleta para ir por la ciudad, junto con las cuestas, el miedo a los coches, y el sudor, es la problemática de guardar la bicicleta. Y es que en la ciudad no solemos tener jardín, casa en planta calle y garaje y casa en el árbol, con muchísimo espacio donde guardar la bicicleta. Más bien vivimos en pisos, pequeñitos lo más probable. Siempre se dice que la bici mola como medio de transporte porque no necesitas aparcamiento, porque vas de puerta a puerta. Esto es verdad, pero seamos sinceros, también tiene su lado malo. La bici se roba más fácilmente que el coche, y a mucha gente le da miedo dejarla en la calle. Además, el famoso y cacareado "de puerta a puerta" puede convertirse en una dura lucha con la puerta del ascensor de tu casa, mientras tu hijo pequeño juguetea en las escaleras y a ti te va a dar un infarto de buena mañana, y bastante antes de ponerte a pedalear.

Y es que ¿realmente dónde podemos guardar nuestra bicicleta de manera que nos sintamos seguros y satisfechos? Hagamos un repasillo de lugares y propongamos soluciones e ideas de utilidad:

Yo quiero esa casa. http://eltornilloquetefalta.wordpress.com/tag/bici/

1- En la calle. Esto es una elección personal, por supuesto. Necesitas un lugar seguro al que anclar la bicicleta, bien iluminado, y unos buenos candados y/o cadenas. Existen cada vez más inventos para que te quedes más tranquilo, desde candados con llave incorporados a la bicicleta, ruedas con tornillos de seguridad, y alarmas. Lo que más me gusta, es que cada vez veo más gente usándolos. La gente que tenga que tomar esta decisión, quizá prefiera subirse el sillín a casa, quitar accesorios o tener una bici poco apetecible. Pero la verdad es que cada vez veo más bicicletas normales o directamente muy buenas en la calle cada día, algunas incluso con las sillas portabebés puestas. Todo depende del apego que le tengas, es una decisión como cualquier otra. Eso sí, es comodísimo, sales a la calle y ahí está tu bici (depende de tu carácter, puede que cruces los dedos mentalmente todas las mañanas).

2- En tu casa. Pero dentro, ¿eh? En la terraza, cubierta con un plástico para evitar lluvia y radiación solar nociva (se puede comer un sillín en un verano!). En el estudio o cuarto de invitados, en el recibidor, en el patio con las macetas, también cubierta. En casa, las bicis plegables se llevan la palma, porque abultan mucho menos. Es una buenísima opción, también para no pegarte con el ascensor cada mañana. Puedes verla como un bulto, pero pronto aprenderás a verla como la belleza que es: tu bici. ¡Intégrala en la decoración de manera creativa! ¡Cuélgala de la pared o el techo! Y recuerda que si tienes peques o mascotas, es mejor inmovilizarla de alguna manera o poner un soporte de pie para que la bici no pueda caerse sobre ellos, no basta con apoyarla contra la pared o ponerle la pata de cabra.

3- En tu edificio, en un trastero propio. Esta opción supone subir a la planta de trasteros, abrir tu trastero particular, donde tu bici está guardada bajo llave y quizá también amarrada a una sólida argolla (nivel 10 en la escala del temor al robo), y bajar por las escaleras y/o el ascensor hasta el portal, y salir. O hacer lo mismo desde un sótano. Puede parecer una tontería hacer esto, pero oye, la gente lo hace parecido cuando saca su coche del garaje y nadie le mira raro, y si para tí tu bici es tu coche y esta modalidad te convence y te soluciona la vida ¿porqué no?

4- En el garaje. Hablando de garajes, si la gente aparca el coche y la moto en el garaje, por qué tú no puedes guardar tu bici ahí? Si tienes plaza de garaje, ya sabes. Una argollita en el suelo previa petición de permiso a la comunidad de propietarios, y tu bici bien amarrada, junto a tu coche. Procura que sea un lugar en el que esté a salvo de las maniobras de los coches. Si no tienes plaza de garaje, puedes hablar con algún vecino majo con la típica plaza grande coche + moto y espacio de sobra y pagarle una cantidad mensual para poder poner ahí tu querida bicicleta. También puedes hablar con la comunidad de vecinos para poner un aparcabicis comunitario en esa esquina del garaje que nadie usa. Ofrécete a pagar en caso necesario (calcula algo razonable). Entre vecinos, todo es hablarlo. Y recuerda, no es necesario que sea el garaje de tu edificio, según en qué casos, puede ser el del bloque de al lado.

5- En tu edificio, en otras zonas comunes. En muchas casas lo que hay son zonas comunes que los vecinos usan entre todos. Trasteros comunitarios en la zona de las buhardillas, bajos o sótanos, y también patios interiores con rutas de paso, por ejemplo para los vecinos de la escalera interior. Estas zonas son ideales para unos buenos aparcabicis para todos los vecinos, porque suelen tener medidas de seguridad adicionales, son bastante cómodos y la gente se queda tranquila. Plantéalo en tu reunión de propietarios, previas conversaciones privadas con el presidente y el administrador. Ofrécete a ser presidente (es un duro precio, lo se). Te tocará hacer, como en el caso anterior, publicidad sobre las bondades de la bicicleta y su fulgurante futuro, como esto revaloriza la propiedad, para venta y alquiler. Dentro de unos años muchos vecinos te lo agradecerán. Planificad bien el espacio y vuestras necesidades actuales y futuras, y ¡haced un edificio bike-friendly!

Por cierto, el tema seguros contra robo: tu seguro de hogar te cubre el robo de la bicicleta dentro de tu casa, si la incluyes expresamente en la póliza (aumentará tu cuota, obviamente). En zonas comunes del edificio, podrás contratar un seguro de robo de bicicleta si la amarras con candado de máxima seguridad a un punto fijo. La comunidad de propietarios también puede plantearse incluir las bicis de los vecinos en su propia póliza, cuando estas se guardan en zonas comunes. Esto puede subir la cuota de la comunidad, pero hay formas de hacerlo de manera justa para todos los vecinos, todo es verlo.

Estas son mis propuestas, y vosotros, ¿dónde guardais vuestra bici?  ¿Habéis tenido alguna iniciativa similar para poder guardala a vuestro gusto?¿Has tenido alguna vez la situación "colega, dónde está mi bici?"?
Hasta pronto!